ITALIA 2014 (3): Padua - Venecia

Bueno, hoy nos despedimos de tierras toscanas, empezamos a subir hacia los Dolomitas, pararemos dos noches en Padua para poder visitar Venecia, ya que no nos atrevimos a coger alojamiento en Venecia, porque es una ciudad difícil para alojarse y como sólo íbamos a visitarla un día creímos que no merecía la pena pagar los precios que te piden allí y además pagar 2 días de parking del coche.


Sábado 28 de junio de 2014 -Padova - Padua

Tenemos unos 275 km hasta Padua, unas 3 horas y media. El camino se nos da bastante bien, pasamos Florencia sin mucho tráfico y llegamos a la hora de comer a Padua, parecía una ciudad fantasma, no había nadie por las calles, tenía un restaurante recomendado que era la Pizzeria - Trattoria Savonarola, pero que estaba cerrada, los sábados no abren al mediodía, solo por la noche, así que fuimos a nuestra segunda opción que era la Piccola Trattoria, que no estaba lejos de la anterior y donde comimos estupendamente, un sitio además muy agradable. 

Después de comer nos vamos a buscar nuestro alojamiento en Padova (Padua) es el B&B Casa Mario

La zona no está muy allá, pero está cerca de la estación de tren para ir a Venecia y lo suficiente cerca del centro para ir andando.

Empezamos un poco torcidos, a Mario, el dueño de la casa, al ir a abrirnos para subir las maletas se le cerró la puerta con las llaves puestas y nos quedamos todos en la p.....calle 

El pobre hombre no sabía que hacer para abrir la puerta, pidió herramientas en la tienda que había debajo de su casa y a nosotros nos mandó a dar una vuelta, después de 1 hora esperando consiguió abrir la puerta, no sabemos como J pero por fin pudimos entrar. 

La casa es muy chula nuestra habitación impresionante, la de mi hermana más pequeña y con vistas a la calle principal lo que hacía que fuera un poco ruidosa, por los coches. Pero la nuestra genial. El desayuno buffet, todo muy rico. Es un sitio muy recomendable. 

Después de dejar las maletas nos fuimos a recorrer Padua. 

Es una ciudad muy curiosa, decadente y a la vez atrayente, llena de gente joven pues es muy universitaria por lo que hay mucho ambiente por las calles. Con edificios cutres pero señoriales, que en otra época debieron de tener mucho esplendor. 

Callejeamos sin más por esas calles de edificios señoriales con tiendas de marca de las que hay en todas las ciudades y que cuesta cualquier cosa un riñón. 

Y por esas calles nos encontramos con el Cafe Pedrochi que es muy famoso a nivel internacional, y en su interior a menudo se hacen exposiciones. 



Al lado, el Palacio del Bo, sede central de la Universidad de Padua. En su interior el Patio Antiguo, la Sala de los Cuarenta (donde está la cátedra de Galileo Galilei que enseñó aquí), el Aula Magna y el famoso Teatro Anatómico

En esta sede suelen celebrarse las proclamaciones de las licenciaturas y solo está abierto durante la semana de lunes a viernes. Por lo que nosotros no pudimos entrar.



Siguiendo hacia delante llegamos al Palazzo della Ragione (Palacio de la Razón), que está en medio de dos de las plazas principales, la de la Fruta y la de las Hierbas, en estas dos plazas hay muchas tiendas, bares y restaurantes (es el centro de los aperitivos, donde se encuentran los estudiantes por la tarde) y el sábado hay mercado.



También nos encontramos con un bonito palacio donde parece ser que vivió alguna vez Dante



¿Veis? Esto es lo que os digo de bonitos palacios pero mal conservados.




Y andando.......andando........llegamos a la Basílica de San Antonio, el edificio más emblemático de la ciudad. Es un lugar de peregrinación pero como nosotros llegamos tarde ya estaba cerrada y no había mucha gente por sus alrededores. Dentro debe estar la tumba del Santo.







Y ahora buscamos una zona que he visto en las fotos que promocionan la ciudad de Padua y con la que todavía no nos hemos tropezado, es el Pratto della Valle, una de las plazas más grandes de toda Italia, tiene forma elíptica y la rodea un canal. Hoy está un poco destartalada porque ha habido mercadillo y lo están recogiendo, así que está llena de "fregonetas"







Nos hemos pegado una buena caminata por Padua, así que ahora volvemos hacía el centro y nos tomamos algo en una de las terracitas de la zona. Está todo a tope. Que ambiente. Será que todavía no se han ido los universitarios de vacaciones.

Domingo 29 de junio de 2014 - Venecia

Bueno, hoy toca jornada maratoniana, nos levantamos tempranito, desayunamos el buffet de Mario y nos vamos al tren para coger los billetes hacia Venecia, no hay problema con los billetes se compran en las máquinas de la estación y hay cada hora más o menos, y cuestan 8,10 euros por persona, ida y vuelta. El único problema, que descubrimos después, es que no vale sólo con comprar los billetes, sino que hay que validarlos en unas pequeñas máquinas amarillas que hay en la estación. Nosotros fuimos y venimos sin validar el billete, menos mal que no nos pilló ningún revisor porque dicen que te ponen unas multas de aupa. En fin, cosas que pasan cuando vas a tu aire.

Llegamos prontito a Venecia, en una media hora, estábamos en la estación de tren de Santa Luzia.

Decidimos entrar en la Oficina de Turismo que hay a la salida de la Estación para comprar un mapa y organizarnos un poco con lo que íbamos a hacer, el mapa cuesta 2,50 pero es tan enano que casi no se ve ni el nombre de las calles. :) Igual es mi presbicia, pero no sé si merece comprar esa miniatura, yo desde luego no lo volvería a comprar.

Y luego estaba el tema vaporetto, el trayecto sólo de ida cuesta 6,50 €, una pasta, así que decidimos comprar el bono para todo el día, para poder subir y bajar cuanto quisieras, así no teníamos que pegarnos grandes palizas andando, aunque te las pegas de todas formas, porque la mejor forma de conocer Venecia es pateando sus calles y también queríamos ir a conocer la Isla de Burano, así que amortizaríamos sin problemas el bono. El bono para 24 horas cuesta 20 € por persona.

Así con nuestro flamante bono nuevo cogimos el primer vaporetto que pasaba por la puerta de la Estación de Santa Luzia y nos dirigimos hacia el Puente Rialto. Hoy es domingo así que esto está abarrotado. Vamos en el Vaporetto como sardinas en lata, snif snif.



















En el puente Rialto bajamos del vaporetto y empezamos a callejear sin rumbo.













De Venecia te pueden contar cualquier cosa, hay gente a la que le horripila y gente a la que le enamora, yo he vivido las dos experiencias, la primera vez no me pareció tan especial como contaban, me pareció incluso cutre y sucia, incluso que olía mal, pero esta vez he descubierto otra Venecia que me ha gustado. Así que cada uno tiene que vivirla para odiarla o disfrutarla. Merece la pena.

Decidimos volver a coger el vaporetto para llegar hasta la Plaza de San Marcos. Otra vez apiñados. Pero puedes ir viendo los magníficos edificios que hay en ambas orillas.















Y llegamos a la Plaza de San Marcos, madre mía, como estaba la plazaaaaaaaaaa















Y para remate la catedral llena de andamios. buaaaaaaaaaa. Que mala suerte!!!!!! Bueno, tendremos que volver







Lo único que se salvaba era el Campanile, pero no subimos porque me había hecho la idea que había que subir andando y no tenía intención de subir escalones :)

Luego leí que había ascensor, en fin, otra excusa más para volver.







Y ahora salimos de la plaza por el lateral de la catedral y nos encontramos con el Puente de los Suspiros y la correspondiente fila de góndolas con turistas incorporados. El precio de las góndolas es una pasada, 80 €, a mi me parece una turistada, pero bueno, eso al gusto del consumidor, si quieres cogerlas al atardecer 100€, allá cada uno que con su pasta hace lo que quiere. 







Y después de una vuelta por los canales decidimos salir otra vez al Gran Canal para coger un vaporetto que nos lleve a Burano, no confundir con Murano, esta última es la de las fábricas de cristal, y la primera, a la que vamos, es la de las casitas de colores.

Nos alejamos del bullicio de Venecia. Este vaporetto es mucho más grande, podemos ir sentados viendo el paisaje.



Madre mía!!!!!!!! ¿toda esa gente se va a bajar en Venecia? Uffffffff. Por la tarde no entraremos en la plaza, fijo :)



La primera parada que hace el vaporetto es en el Lido, famoso por sus playas, aunque la mayoría son de pago, y porque aquí se celebra el Festival Internacional de Cine, La Mostra de Venecia.



Un poco pequeñas y abarrotadas para ser de pago, habrá otras, supongo que al otro lado, o igual esta es la única pública.



Otra paradita en Punta Sabbioni, donde debe haber más playas venecianas.

Y después de una hora, llegamos a Burano para ver sus casas de colores. Anda! si también tienen una torre inclinada.



Es un pueblecito encantador, también lleno de turistas y de tiendas de encajes, souvenirs, restaurantes y demás, pero tiene encanto, con sus canales entre las casas parece Venecia de colores. 











Como se nos ha hecho la hora de comer, buscamos una de los muchos restaurantes con terraza que hay por aquí, y nos decidimos por la Trattoria Da Romano una terraza muy agradable donde comimos muy bien, mucho pescado a la brasa. Eso si, carito, pero no mucho más que en cualquier restaurante de pescado en una zona turística.

Y después de comer vuelta al vaporetto que nos llevará de regreso a Venecia.









Al bajar del vaporetto nos encontramos con el puente de los suspiros por el otro lado.



Cogemos otro vaporetto para que nos cruce al otro lado de la plaza de San Marcos donde se ve la Basílica de Santa María de la Salute.



Y ahora volvemos a callejear, vemos carteles que te dirigen hacía la estación de tren, así que igual se puede llegar andando, vamos a seguirlos a ver donde acabamos.





De repente, se pone a llover a cántaros, madre mía que tormenta, a ver si van a tener que sacar las tarimas y se inunda Venecia :)

Nos tenemos que refugiar en un bar, aunque ya estamos calados hasta los huesos, menos mal que no hace frío. Después de un buen rato parece que ha parado algo así que salimos corriendo en dirección a la estación. Compramos los billetes de vuelta pero nos da pena dejar Venecia, así que como parece que ha dejado de llover, cogemos para una hora más tarde y salimos otra vez a callejear por Venecia. Bonita luz al atardecer.




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