LANZAROTE: Octubre 2013





He estado muchas veces en Lanzarote, la primera vez me llevaron mis abuelos cuando tenía 15 años, y en ese viaje me enamoré de esta isla.
Era tan diferente a todo lo que había visto hasta entonces....
Luego fui otras 2 o 3 veces y me siguió pareciendo un lugar mágico y atrayente.
La última vez en 2013. ¿Donde está mi isla mágica?
Años después, en 1992  cuando murió Cesar Manrique el escultor, arquitecto, pintor y artista originario de esta isla y su protector medioambiental, pensé... pobre isla.........empieza la especulación y con ella la destrucción.......y así fue, volví con mi marido en 2004 y la isla había cambiado tanto........rincones increíbles que ya no reconocí... lugares mágicos que se habían convertido en urbanizaciones y urbanizaciones.....puertos de pescadores que ahora eran puertos deportivos con lujosos veleros....el acceso a la playa del papagayo con barrera de pago!!!! (se supone que por protección) que triste...

A pesar de todo conseguimos disfrutar de lo que quedaba, pero sentí mucha pena por "mi isla mágica" estaba empezando a desaparecer.......

He vuelto en 2013 y ya había desaparecido por completo, todos los turistas con la pulserita del "todo incluido", los pocos restaurantes y locales auténticos desapareciendo porque los turistas no consumen, solo usan la pulserita en los macrohoteles del buffet del " incluido", por lo que la pasta se la llevan las multinacionales y no la gente del pueblo que siempre ha vivido allí.

En fin, no lo voy a poner más negro, os voy a enseñar lo que todavía queda de "mi isla mágica" y si no habíais conocido la anterior igual la podéis disfrutar, porque todavía puedes encontrar algún rincón encantador.

En todas estas veces que he visitado la isla me he ido alojando en diferentes zonas y tipos de alojamientos dependiendo del presupuesto del momento y de si me apetecía casa rural u hotel.
He estado en muchas de esas zonas hoteleras, que en su momento no tenían nada que ver con lo que son ahora.

En Costa Teguise, Puerto del Carmen y Playa Blanca,  es donde se concentran la mayor parte de los hoteles.

Yo a día de hoy recomiendo Playa Blanca que en principio es la "menos masificada".

En este último viaje estuvimos en una casa individual estupenda con piscina privada que pertenecía al Hotel Villas Coral Deluxe, un lujo de sitio, pero no está cerca de la playa, tienes que tener coche para moverte, para los que buscan las playas en Lanzarote este no es el sitio, para esos, igual mejor Puerto del Carmen que tiene una gran playa en primera linea, eso sí, llena de gente. Pero para nosotros fue lo más :)



Cuando no estaba todo tan masificado me alojé en el Hotel Fariones Playa en Puerto del Carmen, un hotel con las habitaciones mirando al mar, en primera linea de playa, pero era la época en la que no en todos los bares de la zona te hablaban en alemán o en inglés incluso tenía un puertito de barcas de madera y un bar de pescadores donde tomarse unas cervezas y algunas tapas de papas con mojo y pescaito mirando al mar. Estás últimas veces fui incapaz de encontrarlo.

En el 2004 nos alojamos en una casa rural en la zona norte de la isla, junto a la playa de Famara, en un pueblo llamado Soó,  se llamaba La Casa Blanca, pero no nos gustó mucho, una francesa bohemia, rodeada de gatos, el baño era compartido y todo estaba un poco descuidado, además estaba como lejos de todo, pero para gustos... porque las puestas de sol eran impresionantes en esa época no encontré mucha oferta rural, no sé si habrá cambiado.

Y ahora empezamos con la visita, la isla no es muy grande, pero imprescindible un coche.

Nosotros siempre que vamos alquilamos con Auto Reisen que suelen tener buenos precios y nunca hemos tenido ningún problema con ellos.


Las distancias no son muy grandes en Lanzarote, así que aunque Playa Blanca está en un extremo de la isla no está muy lejos de la otra punta que es Orzola, habrá más o menos una distancia de hora y media.

Playa Blanca es una gran urbanización de grandes hoteles, tiene una pequeña playa y un paseo marítimo lleno de restaurantes y alguna calle comercial donde encontrar tabaco y colonias, lo típico más barato de Lanzarote.

Aquí se cogen los ferrys para ir a Fuerteventura. 

Muy cerca está la playa del Papagayo, a la que tendrás que ir en coche y pagar la tasa en la correspondiente barrera que han puesto para ello. Me pareció impresionante, yo siempre había ido gratis perdiéndonos por las pistas, pero se supone que es para "preservar el entorno". Ellos sabrán.

Nosotros fuimos por la tarde, me niego a pagar para ir a una playa, así que a esa hora estaba la barrera abierta y no cobraban. Realmente esta zona de El Papagayo son casi dos kilómetros de diferentes calitas bautizadas como playa Mujeres, el Pozo, Caleta del Congrio, Puerto Muelas y El Papagayo. d



La playa del papagayo sin mucha gente es muy bonita, aunque ahora ya tiene un chiringuito y todo, fuera de la temporada alta parece hasta salvaje y todo.





Y ahora vamos a empezar a conocer la isla por el oeste, una bonita zona, de las mejores conservadas, casi sin urbanizar, nos vamos desde Playa Blanca en dirección a El Golfo, un pueblo que todavía conserva el encanto de antes, con algunos restaurantes típicos de pescado y papas con mojo.

En esa dirección lo primero que nos encontramos son las Salinas del Janubio, grandes extensiones de piscinas de sal.







Seguimos avanzando por la carretera y nos encontramos con Los Hervideros, donde el mar ha excavado unas cuevas y donde parece que hierve cuando está embravecido, otra visita imprescindible.



 


Esta foto es de mi hermana Dielen y Nacho que cuando fueron si pillaron las olas en su plenitud. Todas las fotos que no tienen marca de agua, son de Nacho, compañero de muchos viajes  y de muchas fotos.


Y llegamos al Golfo, a la derecha, el pueblo y a la izquierda, en un alto, un aparcamiento que nos llevará a la Laguna de Los Clicos, una preciosa laguna verde olivina, como las piedras típicas de Lanzarote.




Si nos vamos hacía la derecha llegamos al pueblo de El Golfo, donde hay algunos restaurantes que merecen la pena, con unas agradables terrazas mirando al mar, nosotros comimos en el Costa Azul, unas lapas a la plancha, que no me hacen mucho chiste, la verdad, me parecen un poco duras, prefiero las zamburiñas, aunque no sé si realmente se pueden comparar :) y por supuesto pescado de la isla.

Realmente ese día andábamos buscando el Mar azul, donde habíamos estado hacía unos años y nos comimos las mejores papas con mojo de toda la isla, pero como no nos acordábamos mucho, nos liamos con los azules. Pero los dos recomendables.

Desde aquí tenemos dos opciones o acercarnos a Yaiza, otro bonito pueblo blanco del interior, bastante más grande que el anterior donde podemos comer en el Restaurante "La Era" especialidades canarias en una auténtica casona típica, que en su época estaba muy bien, esta vez no lo hemos probado, espero que sigan en su linea y no se hayan vuelto demasiado turísticos. 
Muy cerquita está Uga otro pueblo canario donde hay un ahumadero para comprar salmón. Impresionante de rico, unos alemanes tuvieron la idea en los años 70 de deleitar a los turistas nórdicos con este manjar de sus tierras. Traen los salmones de Escocia o Noruega y los ahuman en sus hornos al más puro estilo noruego con la sal de las salinas del Janubio. Los venden empaquetados para llevar, merece la pena. Están espectaculares.

Y la otra opción es, por supuesto, acercarse al sitio más mágico de esta Isla, el Parque Nacional del Timanfaya. Esto si que es otro mundo...aunque siempre está lleno de turistas en sus alrededores se siente una paz indescriptible.



La visita general es en autobús, que hace perder un poco el encanto, pero que entiendo perfectamente, porque también puedo imaginarme a todos los turistas saltando por la lava, subiéndose a los cráteres,  haciendo fotos con sus selfies y montoncitos con las rocas volcánicas y se me ponen los pelos de punta. Así que ante la incivilización que nos rodea, no nos queda más remedio que aguantarnos y disfrutar de la belleza del entorno desde un cristal de un autobús.

Camino hacia la entrada del parque te encuentras una gran explanada donde están sentados los camellos que te darán una vueltita en sus grupas. Turistada total, pero igual a alguien le puede apetecer. Yo cuando lo hice la primera vez (hace 30 años) te subían a una de las montañas y era un espectáculo que merecía la pena. Ahora ya solo hacen una pequeña vuelta.





Pasas la caseta del Parque pagando la entrada, y subes a un aparcamiento donde dejas el coche.


Junto al aparcamiento está el  restaurante " El Diablo" un sitio curioso donde hay una gran parrilla que normalmente tienen puestos pollos asándose al calor del volcán.




En los alrededores del restaurante te hacen una demostración del calor que todavía queda en el interior del volcán, echando un cubo con agua a un tubo que se adentra en el suelo.





Después de la demostración puedes coger los autobuses y la voz del cura de Yaiza que dio la alarma de la explosión del volcán en 1730 te acompañara una buena parte del viaje contándote la historia, mientras disfrutas por esas laderas de colores, de un paisaje único.



























Como seguro que el viaje en autobús te habrá parecido poco y te habrás quedado con ganas de más, lo mejor es acercarte al Centro de Visitantes de Mancha Blanca, donde os indicaran alguna ruta para poder hacer andando por el parque o incluso si lo hacéis con tiempo podéis reservar alguna ruta guiada mucho más completa. 
Merece la pena, es una visión mucho más auténtica del parque.

Además muy cerquita de aquí merece la pena comer en el restaurante " Las Cadenas", un sitio de los poco que quedan de verdad, la carne excepcional, si podéis reservar con tiempo, pedir el cabrito, para chuparse los dedos. Está en la Ctra La Vegueta-Mancha Blanca.

Una vez que hemos conocido la zona oeste, para mi la más auténtica, hoy nos vamos hacía el Este, la más turística, yo esta zona la paso de largo con alguna parada para conocer y luego poder confirmar que no me gusta nada, pero es que nosotros no somos mucho de playa vuelta y vuelta, y esta es la zona más playera de todo Lanzarote, grandes playas, arena tostada, y por lo tanto muchos hoteles y apartamentos. Así que para los que os guste tostarse al sol, esta es vuestra zona.

La primera parada la hacemos en una zona que todavía conserva su encanto, alejado del mundanal ruido de lo que le rodea y es Playa Quemada, una pequeña playa con barquitas de madera, allí hay un par de restaurantes con vistas al mar que tienen pescadito fresco y que merecen la pena por su autenticidad, uno es el Restaurante 7 islas con una estupenda terraza, y el otro es Restaurante Playa Quemada


Seguimos por la costa y llegamos a Puerto Calero, antes puerto pesquero y ahora puerto deportivo, :( 

Muchos restaurantes en primera línea y un centro comercial en segunda. Los restaurantes tienen buena pinta pero no probé ninguno. Aquí traía recomendado el Restaurante Amura. Pero este de los caritos, eh?

Ahora llegamos a Puerto del Carmen, uffff, con la de buenos recuerdos que tenía yo de esta zona, bueno, pues nada, más apartamentos, más hoteles, un gran paseo marítimo y una gran playa. 



Después de Puerto del Carmen vienen más playas de este tipo, Los Pocillos, Matagorda, Playa Honda, más de lo mismo, pero para los que busquéis playas de este tipo, está es vuestra zona. Y así llegamos a Arrecife, la capital, que sólo he ido una vez de todas las que he estado, os la podéis saltar sin remordimientos, pero si queréis conocerla, lo más destacable es el Castillo de San José que alberga el Museo Internacional de Arte Contemporáneo, y que se encuentra en el Puerto.

Pasamos Arrecife casi de largo y nos acercamos a la Fundación Cesar Manrique que está en dirección a Tahiche, la casa donde vivió, una casa muy curiosa construida sobre una colada de lava.



La colada de lava entrando por la ventana


Y volviendo hacía la costa llegamos a Costa Teguise, otra zona para pasar de largo, más hoteles, más apartamentos y difícil encontrar alguna playa. 
Si las encuentras están la Playa de las Cucharas y la de Los Charcos.

Y seguimos subiendo hacia el norte para llegar al Jardín de Cactus otro de los sitios a visitar que creó Cesar Manrique. Está entre el municipio de Guatiza y Mala, se reconoce desde la carretera por un gran cactus gigante. Es un sitio muy curioso, todas las especies de cactus que te puedas imaginar.



Venden unos bonos que podréis ver en la pagina de Centros de Arte y Cultura y Turismo y si es la primera vez que vais a la isla os puede interesar. De esta manera podréis hacer todas las visitas turísticas con este bono, Montañas de Fuego, Jardín de Cactus, Los Jameos del Agua, La cueva de los Verdes, Mirador del Río. Nosotros cuando lo cogimos hasta nos dieron una consumición en cada uno de los sitios, pero ahora no lo veo por ningún sitio, lo habrán quitado. :)

Bueno, que me despisto, a lo que estábamos, el Jardín de Cactus. Aquí os pongo unas fotos.











Después del paseo por los cactus y siempre hacia el norte podemos parar a comer en Arrieta, sitio típico recomendado en todos los foros por su autenticidad, en plan taberna de toda la vida es el Restaurante El Amanecer, pescado fresco y papas con mojo con vistas al mar, si tienes suerte, es temporada baja y pillas sitio en la terraza.



Y así llegamos a los otros dos sitios imprescindibles la primera vez que se visita Lanzarote, Los Jameos del Agua y La Cueva de los Verdes. Están muy cerquita el uno del otro, así que al gusto.

Los Jameos del Agua es el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique y es el reflejo de uno de sus pilares creativos: la armonía entre la naturaleza y la creación artística.

Se localizan en el interior de un túnel volcánico producido por la erupción del volcán de La Corona, dentro hay un lago natural con unos pequeños cangrejos blancos ciegos. Esto es lo único natural todo lo demás es artificial, pero también le da cierto encanto, una cafetería-restaurante, una piscina blanca con palmerita, y un gran auditorio. Además del museo "La casa de los volcanes"







Enfrente "La Cueva de los Verdes" otro tubo volcánico producido por la erupción del volcán de La Corona.  Esta cueva ya es más natural. Merece la pena la visita. 








Y seguimos en dirección Orzola, antes de llegar empezamos a encontrarnos calas de arena muy blanca hasta llegar a una de las playas más blancas y de aguas más cristalinas de todo Lanzarote. 

"El Caletón Blanco"






Desde el caletón ya se divisa Orzola, nuestra siguiente parada. Desde este puerto salen los barcos a la Isla de La Graciosa. Y nada más pasar el pueblo, por un camino de tierra hay una bonita playa, con muchas olas, pero preciosa. 



Playa de Orzola




En el pueblo colgados al sol algunos peces en plan secadero.




Nos vamos hacía otra de las visitas imprescindibles de Lanzarote, " El Mirador del Río". Aquí hay dos opciones, si hemos comprado el bono que incluye la visita, pues entramos. 

Realmente es como una cafetería pero con unas vistas espectaculares de la Isla de La Graciosa.

Pero si no tenemos el bono, andando un poco por la carretera, también tenemos unas bonitas vistas de lo mismo. Incluso si cogemos el coche y avanzamos por la carretera hay un mirador natural que tiene buenas vistas.






Para la vuelta a casa en vez de por la costa vamos a volver por el interior, así desde aquí nos vamos hacía Haría, el valle de las mil palmeras, que no sé si vimos mil, pero muchas si que había.



Después, por esa misma carretera, en dirección a Teguise,  decidimos subir a la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, la patrona de Lanzarote, las vistas desde allí arriba son impresionantes.




Dependiendo la hora que sea desde aquí podemos parar en Teguise, la antigua capital de Lanzarote.

O dejarlo para un domingo, aunque ya podéis madrugar mucho o no entraréis en el pueblo, porque ese día es el día de mercadillo, el más importante de la isla, nosotros alguna vez pasamos por ahí en domingo y tuvimos que salir porque no había manera de aparcar, además los que me conocéis ya sabéis que huyo de las multitudes. así que salimos corriendo. 

Pero también está muy recomendado. Así que a los que no os importen las aglomeraciones y os gusten los mercadillos, id en domingo.

Fuera de este día Teguise es un pueblo tranquilo que bien merece un paseo por sus estrechas y empedradas calles.



Muy cerca de Teguise está Nazaret, si pasáis a una hora decente para tomar una copa, acercaros a la cueva Lagomar, y si no es hora de tomar una copa podéis pasar a tomar cualquier cosa, por lo que he visto en su página ahora tiene restaurante también, es un sitio que merece la pena conocer.



Y por último nos vamos a dedicar al Centro y al Norte de la Isla. 

Bonitos pueblos blancos, con poca gente por sus calles pero todos muy amables. 

En muchos de estos pueblos existen los llamados teleclubs, son lugares de reunión para los lanzaroteños, donde se pueden degustar especialidades de Lanzarote a muy buenos precios. 

Destacan los de Tao (C/ Achimencey, 25), Mozaga, Nazaret, Mozaga, Famara o Teguise.

Empezamos por una zona que no nos podemos perder, la comarca de La Geria, dirección a Macher y Tías. 

La zona vitivinícola por excelencia, los lanzaroteños aprovecharon la lava volcánica para cultivar sus viñas, hay grandes viñedos donde excavan agujeros en la lava que protegen con rocas volcánicas, donde crecen las viñas. El vino que producen está rico, podéis probarlo en dos bodegas que conocimos por esa zona, una es El chupadero, un rincón encantador entre viñedos y otra es "La Gería" donde está el restaurante La Cepa que tiene visitas guiadas.







Desde aquí nos acercamos a San Bartolomé, donde está el monumento al campesino, otra de las obras de Cesar Manrique, en su interior hay un restaurante de comida típica canaria bastante recomendado, aunque no lo he probado pero en las redes dicen que está bien.

Y ahora nos vamos hacía la costa, hacía otra de las grandes playas de Lanzarote pero no tan masificadas. Caleta de Famara.



Una gran playa de 6 kilómetros, con unos vientos favorables para las tablas de surf, por allí siempre hay surferos y campeonatos de surf.

La playa mira a las islas de la Graciosa, Alegranza, Montaña Clara y Roque del Oeste (islotes del Archipielago Chinijo.


Unas curiosas edificaciones planas y en terraza escalonada son los apartamentos de playa.



Y un gran risco que acoge el punto más alto de la isla, Peñas del Chache, 670 metros.



Y para terminar, desde aquí podemos acercarlos a La Santa, en el camino por la costa nos acompañaran las grandes olas que dan la fama a esta zona.






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